miércoles, 22 de febrero de 2012

Rhinechis scalaris (Culebra de escalera)



Taxonomia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Infrafilo: Gnathostomata
Clase: Reptilia
Orden: Squamata
Infraordoen: Serpentes
Familia: Colubridae
Subfamilia: Colubrinae
Genero: Rhinechis
Especie: R. scalaris
Nombre binomial: Rhinechis scalaris
Nombre comun: Culebra de escalera

La culebra de escalera coloniza las zonas de matorral y bosques no espesos de la Península Ibérica y la costa mediterránea francesa. También está presente en Menorca.
En esta serpiente, de aproximadamente un metro y medio de longitud y unos setenta centímetros del hocico a la cloaca, la cabeza presenta un ligero ensanchamiento con respecto al resto del cuerpo, no tan acusado como en otras especies. El hocico es agudo. Su peso ronda los doscientos cincuenta gramos.
La coloración varía en función de la edad. En los ejemplares más jóvenes predomina el gris, tonalidad que va evolucionando hacia el marrón conforme va creciendo. Cuando alcanza los sesenta centímetros de longitud el fondo oscila entre marrón grisáceo y marrón amarillento, tonalidad está que conservará, con mayores o menores variaciones, durante el resto de su vida.
La combinación de manchas oscuras dorsales y transversales reproducen la imagen de una escalera de mano que es la que le da su nombre.
No es portadora de veneno, siendo inofensiva su mordedura.
En épocas de mucho calor permanece inactiva cuando la solana es más acusada, mostrándose activa durante las primeras horas del día, últimas de la tarde y comienzo de la noche.
Su dieta está constituida por ratones, otros mamíferos de similar tamaño y aves; excepcionalmente invertebrados y reptiles.
Con la llegada de los primeros frios, se refugia en un lugar protegido y allí invernará durante cuatro o cinco meses.
Con la llegada de la primavera se inicía la fase de reproducción. Tras realizar la muda, la hembra realiza la puesta en zonas húmedas y soleadas, bajo las piedras, oculta entre restos orgánicos, en madrigueras abandonadas o en huras que excava a propósito. La puesta está constituida por unos diez huevos, aunque puede llegar a poner hasta veinticinco.
Durante la fase de incubación, que dura unas nueve semanas, la hembra apenas se aleja del nido.
Su peores enemigos son el hombre que, por atávico terror a los reptiles instintivamente tiende a matarla cuando se cruza en su camino, y las rapaces, especialmente el águila culebrera.

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